A principios de este mes se llevó a cabo la primera audiencia en el Juzgado Federal Número 2 por el amparo presentado por las familias de Palma Sola agrupadas en la Organización Campesina y Agroganadera (OCA), quienes pidieron que se detenga la tala y deforestación indiscriminada en la región.
Los vecinos del paraje Santa Fe, del barrio Nueva Esperanza -ubicado dentro de la finca "La Gran Largada"-, integran dicha organización, y en la jornada de ayer estuvieron acompañados por diferentes organizaciones sociales especializadas en temáticas ambientales quienes se manifestaron en el lugar. Con anterioridad se habían presentaron dos amparos que reclaman la suspensión de los desmontes autorizados en Palma Sola por 1.200 hectáreas "en donde ya se han destruido 800 ha en sectores autorizados como no autorizados", explicó la apoderada de OCA María José Castillo. Reclamaba además de sacar de peligro las 15 mil has en riesgo en el departamento Santa Bárbara.
Castillo dijo que a pesar de los recursos presentados, el desmonte continúa ya que desde la justicia "no se tomó ninguna resolución". Si bien estarían todas las partes notificadas sobre la existencia de la demanda "el juez no llamó a audiencia, y no dictó la cautelar por lo que el desmonte indiscriminado continúa, y suponemos nosotros que con más rapidez por el temor de que finalmente se dicte la medida cautelar" confió la letrada.
Afirmó que la respuesta del Estado y de las empresas fueron de oposición a la demanda al decir que “en Jujuy no existe ninguna comunidad afectada por el desmonte, que los mismos fueron bien autorizados, que las audiencias públicas no son necesaria de realizarlas" para que no prospere la demanda, explicó.
Por su parte, la referente de la OCA y vecina del Paraje Santa Fe Gloria Mamaní indicó que la audiencia se desarrolló luego de un año y medio de haber realizada la denuncia al Estado provincial y a la empresa Cram que sería la que realiza los desmontes y deforestación.
Agregó que la denuncia al Estado es por autorizarlos sin participación de la comunidad, sabiendo que dentro de una de las fincas habitan unas 300 familias luego del aluvión del 2001.
Durante la manifestación de ayer Gloria Mamaní también denunció que en los últimos años los pobladores del Paraje Santa Fe y del barrio Nueva Esperanza, la cuenca de agua y el aire están siendo contaminados por la constante fumigación de las plantaciones de soja. A raíz de esta situación tanto en el barrio como en el paraje "los abuelos están con problemas pulmonares", dijo.
Al mismo tiempo denunció que la fumigación y la deforestación también afectan la producción. “Siempre fuimos productores ganaderos y ahora no tenemos más que el patio de las casas para hacerlo, porque estamos rodeados de las plantaciones de soja transgénica", dijo Mamaní.
Por último afirmó que desde la otra parte "nos dicen que tenemos que salir de ahí porque la tierra tienen título, pero para nosotros es nuestra porque nuestra comunidad vive en el lugar desde hace más de 105 años. Mi abuelo fue fundador de la salita de primeros auxilios, de la primera escuela y mi abuela fue la jefa de registro y partera" concluyó. El barrio de más de 300 familias se formó después del aluvión de 2001.
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