Revolución Tecnológica o Saqueo Ecológico

El Proyecto llamado por el periodista del Tribuno de Salta “una nueva revolución tecnológica” consiste en convertir el material orgánico de los bosques del NOA en “energía renovable, limpia y amigable del ambiente”. La biomasa es la base de este proyecto “revolucionario”, esta se encuentra en los bosques nativos de nuestro norte, y los intereses de los madereros, apoyados por los políticos de turnos, van por ella. En nombre del progreso intentan vendernos energías supuestamente limpias, pero en realidad están poniendo en juego la riqueza de la biodiversidad del Norte Argentino. “La clave está en no utilizar más biomasa, que la producción neta del ecosistema explotado”, continua el periodista, ahora bien ¿quién controla que no se saquee, degenere o destruya el ecosistema? Quizás sean los madereros de Salta, que en los últimos tiempos se encargaron de poner palos en la rueda a la Ley de Bosques en la Provincia, aprovechando para destruir cientos de miles de hectáreas de bosque, selva y monte. Quizás el senador Olmedo, uno de los mayores sojeros del Norte, aliado de los Romero, y desmontador por antonomasia, quien frente a la desertización del suelo chaqueño producida por él mismo y sus cómplices piensa en nuevos negocios, frente a los daños irreversibles que viene denunciando el GRR. Como dice el saber popular, estamos poniendo “al lobo a cuidar a las ovejas” o para ser más literal “a la motosierra y la topadora a cuidar nuestros bosques, selvas y montes”. La trampa del uso de biomasa en su variable energética está en forestar para quemar eficientemente, o en deforestar lo natural para lo mismo, es decir la gran escala de forestación o desmonte como recurso energético, obviamente a partir de insumos tecnológicos que sólo las empresas de gran capital pueden obtener. Forestar ¿con qué? el senador Olmedo tiene un proyecto de forestación de un millón de árboles en todo el país, siguiendo el modelo uruguayo de “monocultivos forestales”, quienes ahora están sufriendo las consecuencias de su implementación. Este modelo que fue pensado para la industria del papel, ahora puede ser usado para la producción energética, debido a la saturación del mercado de celulosa. Recordemos que los monocultivos forestales, utilizan especies de rápido crecimiento y que produzcan abundantes metros cúbicos de madera (pino, eucaliptus, etc.). Especies que no son propias de nuestros bosques, que producen mayor desertización, rompimiento de los corredores ecológicos, expulsión de campesinos y cambios en los microclimas. Por otra parte, los forestadores industriales no quieren quemar bosques para bioenergía sino materia prima para la industria celulosa y derivados, es decir una puja entre depredadores compulsivos. Una puja de intereses económicos que lo único que vienen produciendo en nuestras tierras es una destrucción sistemática y voraz de nuestra biodiversidad, todo en nombre del bendito progreso….

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