Por Ricardo Guerra
Trabajador de Parques Nacionales
Provincias del noroeste
Comparto gran parte de la opinión. Sin embargo, como trabajador del estado en la temática de la conservación de la biodiversidad, considero que es el momento de avanzar para consolidar la política forestal embrionaria que generara la aprobación de la Ley de Bosques Nativos (Ley 26331). Aún con las debilidades que ustedes manifiestan, es una herramienta que supera, por su caracter de ley nacional- y leyes provinciales-, a las estrategias de conservación "importadas" (corredores, reservas de biosfera, monumentos, etc), promoviendo la participación de la sociedad en el ordenamiento territoriales de las masas forestales de nuestro país, constituyendo un verdadero hito.
La implementación de esta política de Estado es ciertamente escasa, ya que según el capítulo 11 se prevé un financiamiento “del 2% del total de la retenciones a las exportaciones de productos primarios y secundarios provenientes de la agricultura, ganadería y sector forestal” y el 0,3 % del presupuesto nacional para conformar el Fondo Nacional para la Conservación de los Bosques Nativos. Monto variable que depende de los valores internacionales de los productos exportados y que podría acercarse a los mil millones de pesos.
La reglamentación de la ley y otras reglamentaciones anexas, superan que el mismo sea solo para los titulares de tierras, dado que la autoridad de aplicación nacional (Secretaría de Ambiente, Dirección de Bosques Nativos) desarrolló para su implementación un mecanismo piloto para los años 2009, 2010 y 2011. Este mecanismo es el Programa Experimental de Manejo de Bosques Nativos, mediante el cual este año se financiarán con 97 millones de pesos cerca de 100 proyectos de todas las provincias boscosas del país.
El desafío, consiste a mi entender, en llegar al monto máximo previsto en la ley 26331(2% de las retenciones+0,3% presupuesto nacional), mediante la instrumentación del Programa Experimental, para lo cual se debe trabajar conjuntamente con Organizaciones No Gubernamentales, Organismos de Gobierno y sobre todo con organizaciones territoriales de base, para llevar la mayor cantidad de financiamiento a las zonas rurales forestales y habitadas de nuestro país. El financiamiento es genuino ya que proviene del Ministerio de Economìa de Naciòn y remitido a las autoridades de aplicación provinciales.
La implementación de proyectos, además de fortalecer el ejercicio de la ciudadanía, puede dar el contenido que permita disipar a las ONGs que desembarcan de forma intermitente, con financiamiento internacional o gubernamental, en provincias y zonas rurales. La mayoría de los campesinos de la región del Noroeste argentino desconocen la oportunidad de la presentación de proyectos del Programa Experimental Bosques Nativos 2009.
Comparto con uds, que los colores (zonificación) no respondieron fehacientemente a los 10 criterios de la ley 26331, sino más bien a intereses corporativos. Pero si no contribuimos a la política forestal de estado planteada (que hoy es el programa experimental), los amarillos se "camaleonizarán" paulatinamente hacia el verde.
La ley Bonasso es el germen de una nueva política forestal de la Argentina que si no es regada y fortalecida, no llegará si quiera a germinar.
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