24/05/09
Fuente: El Diario
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Paulo Pérez Lindo había denunciado la inacción del Gobierno para frenar los desmontes
“Se está produciendo un daño irreversible y nadie hace nada para frenar el desmonte en la selva montielera”, dijo Pérez Lindo al renunciar a su cargo de presidente del Cuerpo de Guardafaunas de la ciudad de Federal, provincia de Entre Ríos. La semana pasada, había denunciado que el organismo provincial, encargado de la protección de los bosques nativos, nunca actuó como tal sino como ente recaudador.
Abatido y enojado por tanta desidia, Paulo Pérez Lindo renunció el martes como presidente del Cuerpo de Guardafaunas de Federal, en el que se desempeñaba hace 17 años, ad honorem. “Me voy dolido por lo que está pasando. En este momento, en la selva montielera hay seis topadoras arrasando nuestro monte y nadie hace nada”, dijo a El Diario, el guardafauna.
“Me aparto de todo, me cansé de ir contra los desmontes. Me di cuenta que es imposible trabajar cuando hay tantos intereses en juego. Hace 17 años que soy guardafauna, nunca cobré un solo peso para defender nuestro monte, pero no me parece justo que deba pasar por cosas innecesarias, como las que estoy pasando”, dijo.
Hace tan sólo una semana, Pérez Lindo les exigió a las autoridades provinciales “que frenen los desmontes, que se hagan las denuncias ante la Justicia” y, que el organismo, encargado de proteger el monte nativo, no se convierta en un mero ente recaudador de dinero por las multas que aplica a los infractores.
Sin control. El ahora ex presidente del Cuerpo de Guardafauna pronosticó que si no se frenan las topadoras “en tres o cuatro años, el monte nativo, nuestra selva montielera, no va a existir”.
“Hace dos meses, pedimos una audiencia con el gobernador (Sergio Urribarri) para informarle sobre la situación y nunca obtuvimos respuesta. El pedido se hizo con el aval de más de mil firmas”, acotó.
Para el guardafauna, el organismo que debe controlar y frenar los desmontes, que pertenece a la Secretaría de la Producción, se convirtió en un mero ente recaudador, ya que la única función que cumple es aplicar multas, de varios miles de pesos, a las empresas que desmontan. “Si en verdad el Estado no quiere recaudar, si quieren frenar los desmontes, ¿por qué no hacen la denuncia ante la Justicia?”. Con ese interrogante, el guardafauna cerró, la semana pasada, una entrevista periodística a una radio de esta ciudad y el martes presentó su renuncia.
Pérez Lindo, en los últimos días, había endurecido sus denuncias contra los desmontes ilegales en el territorio del departamento Federal y se quejó por el incumplimiento de la ley de montes nativos y de las promesas, que el propio secretario de la Producción de Entre Ríos Roberto Schunk le había hecho.
“Queda claro que soy peronista, estoy afiliado, y si mi acción en bien de la naturaleza se interpreta como un obstáculo para las actuales autoridades, entonces doy un paso al costado, es una buena acción de compañerismo”, dijo en una nota.
En su renuncia, Paulo Pérez Lindo mencionó que la soja, las fumigaciones, los grandes desmontes, la tala de grandes ejemplares de algarrobos y ñandubay, entre otras problemáticas, son una constante, y están perturbando la vida silvestre de la comarca. “Actualmente los desmontes en el departamento Federal son importantes, y de no detenerlos ya, en pocos años, no más de tres o cuatro, la problemática actual tenderá a agravarse, e incluso algunas especies de avi-fauna entrarían en peligro de extinción”, destacó.
Carta. “Con mucho dolor y sentimiento, y dado a los conflictos que en forma institucional y personal tengo con nuestras autoridades competentes, he tomado la decisión de renunciar en forma incondicional e irrevocable”, dijo en su carta, que reprodujo el portal Federalaldia.
En su despedida, Perez Lindo agradeció la colaboración del cuerpo de Guardafaunas que presidió, y “a la sociedad que me hizo sentir querido y creíble”; pero reprochó la conducta de las autoridades municipales locales, legisladores y concejales, “que nunca se la jugaron por nuestro medio ambiente y siempre brillaron por su ausencia”.
En diálogo con El Diario, Pérez Lindo no ocultó su malestar por la inacción del Gobierno frente a los desmontes, sin embargo cargó con la culpa por “no haber tenido la capacidad de hacerles entender a las autoridades provinciales sobre el daño irreversible que se está cometiendo en la selva. Creo que fracasé”.
“Tengo 45 años y, 17 años de guardafauna. Le dediqué la mitad de mi vida a este trabajo, al estudio y a la defensa de nuestra naturaleza. Desde la ONG que presidía, nunca recibimos subsidios ni elementos que nos ayuden en esta tarea. Ya estoy cansado; me han vencido las grandes corporaciones y los intereses económicos que se mueven detrás de todo esto”, enfatizó.
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